Cantabria Acoge, escolares de Suances y de la Bretaña francesa con el Racing

Que el Racing interesa a pequeños y mayores quedó más que demostrado esta mañana. Primero fue en el aeropuerto de Parayas. Al mediodía arribaba la expedición verdiblanca que en la noche de ayer puntuó (0-0) en Mestalla con el Valencia. Pues bien, en la misma puerta de salida los racinguistas se encontraron con unos treinta jovencísimos alumnos del Colegio Público de Educación Infantil y Primaria Portus Blendium, de Suances. Los pequeños estudiantes de Primera visitaban las instalaciones aeroporturarias cuando supieron del desembarque de los futbolistas y se aprestaron a tributarles una entusiasta bienvenida. A los gritos de ¡Racing! ¡Racing! festejaron en la plantilla el número éxito alcanzado en cancha levantina.

Después fue en el propio estadio. Pasadas las 12,30 los jugadores llegaron a Los Campos de Sport, donde realizaron una suave sesión de entrenamiento. Su arribada coincidió con una doble visita al recinto. Por un lado se encontraba un grupo de una veintena de integrantes de Cantabria Acoge, Organización No Gubernamental (ONG), cuya finalidad es la acogida e integración social de los inmigrantes que llegan a la comunidad. Por otro lado, también estaban 52 alumnos, acompañados de sus profesores, del Colegio Público de Querpon, de Maure de Bretaña, población cercana a Rennes, en Francia.

El estadio fue recorrido por los inmigrantes de Cantabria Acoge, quienes de mostraron muy aficionados al balompié y conocedores de la marcha deportiva del Racing. Asímismo, el grupo de estudiantes franceses, de 14 y 15 años, procedentes de Maure de Bretaña, en el distrito de Redón, Departamento de Ille y Vilaine, recibieron detallada información sobre la historia racinguista y recorrieron el recinto. Finalizaron su visita asistiendo a parte del entrenamiento de la primera plantilla, y pidiendo autógrafos a los futbolistas.

En las fotografías, de arriba abajo, integrantes de la ONG Cantabria Acoge, alumnos del Colegio Querpon, de la Bretaña francesa y los peques del Portus Blendium, de Suances.