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EL BARÇA RECURRE A UN GENIO (MESSI) PARA ROMPER LA IMBATIBILIDAD DEL RACING (1-2)
Muñiz y Guardiola valoraron el buen partido verdiblanco en el que no bastó el gol de Zigic de penalti
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01/02/09
Un genio. Sí. El Barça ha tenido que recurrir a un futbolista de otro plantea para truncar la excelente racha de resultados del Racing. 85 minutos de máximo control en un partido, 80 minutos de tener al todopoderoso líder contras las cuerdas no sirven para nada. Diez minutos de un juego normal para cualquier equipo y la salida de un pequeño-enorme jugador transforman cualquier resultado.
La derrota (1-2) llegó después de haberse adelantado los verdiblancos, con un gol de penalti, obra de Zigic, que sufrió todo tipo de agarrones dentro y fuera del área. Todo pintaba muy bien. Las acometidas verdiblancas elevaban la autoestima de una grada que pidió a gritos la expulsión de Alves por una fea entrada a Toni Moral, cuyo tobillo es de chicle, pues de otra forma no se explica que pudiese aguantar los 90 grados que reflejó la televisión.
Un genio. Sí. El Barça ha tenido que recurrir a un futbolista de otro plantea para truncar la excelente racha de resultados del Racing. 85 minutos de máximo control en un partido, 80 minutos de tener al todopoderoso líder contras las cuerdas no sirven para nada. Diez minutos de un juego normal para cualquier equipo y la salida de un pequeño-enorme jugador transforman cualquier resultado.
La derrota (1-2) llegó después de haberse adelantado los verdiblancos, con un gol de penalti, obra de Zigic, que sufrió todo tipo de agarrones dentro y fuera del área. Todo pintaba muy bien. Las acometidas verdiblancas elevaban la autoestima de una grada que pidió a gritos la expulsión de Alves por una fea entrada a Toni Moral, cuyo tobillo es de chicle, pues de otra forma no se explica que pudiese aguantar los 90 grados que reflejó la televisión.

DIERON LA TALLA
Pero salió Messi y todo se acabó. La estrella argentina apareció cuando aún quedaba media hora de juego y los suyos, ¡oh sorpresa! perdían en Santander. El extremo hizo dos de las suyas, o lo que es lo mismo, dos goles –fiel a la historia (en Santander el Barça marcó el primer gol de su historia liguera) tenía que llegar en El Sardinero el gol 5.000 azulgrana- modelo de habilidad, precisión y rapidez, y dejó todo sentenciado. Hasta entonces, los racinguistas habían dado la talla y hasta empezaban a acariciar un sobresaliente triunfo. Pero el Barça recurrió a un genio (Messi) y rompió la imbatibilidad racinguista.
Pero salió Messi y todo se acabó. La estrella argentina apareció cuando aún quedaba media hora de juego y los suyos, ¡oh sorpresa! perdían en Santander. El extremo hizo dos de las suyas, o lo que es lo mismo, dos goles –fiel a la historia (en Santander el Barça marcó el primer gol de su historia liguera) tenía que llegar en El Sardinero el gol 5.000 azulgrana- modelo de habilidad, precisión y rapidez, y dejó todo sentenciado. Hasta entonces, los racinguistas habían dado la talla y hasta empezaban a acariciar un sobresaliente triunfo. Pero el Barça recurrió a un genio (Messi) y rompió la imbatibilidad racinguista.
Pero salió Messi y todo se acabó. La estrella argentina apareció cuando aún quedaba media hora de juego y los suyos, ¡oh sorpresa! perdían en Santander. El extremo hizo dos de las suyas, o lo que es lo mismo, dos goles –fiel a la historia (en Santander el Barça marcó el primer gol de su historia liguera) tenía que llegar en El Sardinero el gol 5.000 azulgrana- modelo de habilidad, precisión y rapidez, y dejó todo sentenciado. Hasta entonces, los racinguistas habían dado la talla y hasta empezaban a acariciar un sobresaliente triunfo. Pero el Barça recurrió a un genio (Messi) y rompió la imbatibilidad racinguista.
Pero salió Messi y todo se acabó. La estrella argentina apareció cuando aún quedaba media hora de juego y los suyos, ¡oh sorpresa! perdían en Santander. El extremo hizo dos de las suyas, o lo que es lo mismo, dos goles –fiel a la historia (en Santander el Barça marcó el primer gol de su historia liguera) tenía que llegar en El Sardinero el gol 5.000 azulgrana- modelo de habilidad, precisión y rapidez, y dejó todo sentenciado. Hasta entonces, los racinguistas habían dado la talla y hasta empezaban a acariciar un sobresaliente triunfo. Pero el Barça recurrió a un genio (Messi) y rompió la imbatibilidad racinguista.
Los dos entrenadores coincidieron a la hora de valorar al Racing, por algo será. Guardiola señaló que era un equipo bien organizado, con gran capacidad defensiva y bien trabajado, un duo oponente que no dejó opciones a crear ocasiones de peligro. Muñiz insistió en que 80-85 minutos fue el tiempo en que los racinguistas resistieron sin problemas, crearon más oportunidades que sus rivales e hicieron méritos sobrados para ganar. Pero ambas afirmaciones y alabanzas se desmontaban cuando se hablaba de Messi. Los dos coincidieron en que fue determinante y que decidió a otro nivel. Es más, Muñiz agregó que el Racing hizo todo lo que debía. Lo único negativo, el resultado.

Juan Ramón López Muñiz y los 22.222 espectadores que abarrotaban, por segunda vez en el ejercicio, El Sardinero, sabían que el Barça no iba a ser nada fácil. Por ello, quizá, dieron el balón al presunto campeón. Y es que los líderes sabían muy bien lo que era desarrollar un juego fluido, apoyar a los compañeros e irse de los contrarios. Replicaron los verdiblancos con orden, seguridad en defensa, sentido de la anticipación y contras que cerca estuvieron de salirles muy bien.

OPORTUNIDADES RACINGUISTAS
En esas respuestas racinguistas estuvo la gran posibilidad local de reeditar pasadas glorias. Primero fue en el minuto 11 cuando Pereira recibió un balón en profundidad, dudó y cuando estuvo, ligeramente escorado a la izquierda, sin apenas ángulo, lanzó duro. La manopla de Valdés y la base del poste evitaron el tanto. En el 11 el mismo Pereira dispuso de otro lance más que favorable, pero su envío, solo ante el meta, fue al pecho de Valdés. El resto fue una fase prolongada de dominio de balón de los azulgrana y resistencia sin demasiados problemas de los cántabros.
En esas respuestas racinguistas estuvo la gran posibilidad local de reeditar pasadas glorias. Primero fue en el minuto 11 cuando Pereira recibió un balón en profundidad, dudó y cuando estuvo, ligeramente escorado a la izquierda, sin apenas ángulo, lanzó duro. La manopla de Valdés y la base del poste evitaron el tanto. En el 11 el mismo Pereira dispuso de otro lance más que favorable, pero su envío, solo ante el meta, fue al pecho de Valdés. El resto fue una fase prolongada de dominio de balón de los azulgrana y resistencia sin demasiados problemas de los cántabros.
Y EL CHOQUE SE ENRARECIÓ
Tan sólo se enrareció el choque cumplida la media hora. Tras una falta en la que se reclamó, dentro del área del Barça, prolongado agarrón a Zigic dentro del área, y petición masiva de penalti, llegó la polémica. Un codazo de Touré Yayá y la protesta de Piqué y Zigic acabó con tarjeta para los tres y enfado en las gradas. Lo importante era que el Racing no sólo aguantaba organizado y sin una sola intervención exigente de Toño. En contrapartida Valdés era el que más sufría, si bien el balón daba la impresión de tener un dueño, el Barcelona. Pero era engañoso. Los verdiblancos aguardaban y ensayaban el aguijonazo decisivo tan pronto como surgía la ocasión propicia.Tan sólo se enrareció el choque cumplida la media hora. Tras una falta en la que se reclamó, dentro del área del Barça, prolongado agarrón a Zigic dentro del área, y petición masiva de penalti, llegó la polémica. Un codazo de Touré Yayá y la protesta de Piqué y Zigic acabó con tarjeta para los tres y enfado en las gradas. Lo importante era que el Racing no sólo aguantaba organizado y sin una sola intervención exigente de Toño. En contrapartida Valdés era el que más sufría, si bien el balón daba la impresión de tener un dueño, el Barcelona. Pero era engañoso. Los verdiblancos aguardaban y ensayaban el aguijonazo decisivo tan pronto como surgía la ocasión propicia.
Tan sólo se enrareció el choque cumplida la media hora. Tras una falta en la que se reclamó, dentro del área del Barça, prolongado agarrón a Zigic dentro del área, y petición masiva de penalti, llegó la polémica. Un codazo de Touré Yayá y la protesta de Piqué y Zigic acabó con tarjeta para los tres y enfado en las gradas. Lo importante era que el Racing no sólo aguantaba organizado y sin una sola intervención exigente de Toño. En contrapartida Valdés era el que más sufría, si bien el balón daba la impresión de tener un dueño, el Barcelona. Pero era engañoso. Los verdiblancos aguardaban y ensayaban el aguijonazo decisivo tan pronto como surgía la ocasión propicia.Tan sólo se enrareció el choque cumplida la media hora. Tras una falta en la que se reclamó, dentro del área del Barça, prolongado agarrón a Zigic dentro del área, y petición masiva de penalti, llegó la polémica. Un codazo de Touré Yayá y la protesta de Piqué y Zigic acabó con tarjeta para los tres y enfado en las gradas. Lo importante era que el Racing no sólo aguantaba organizado y sin una sola intervención exigente de Toño. En contrapartida Valdés era el que más sufría, si bien el balón daba la impresión de tener un dueño, el Barcelona. Pero era engañoso. Los verdiblancos aguardaban y ensayaban el aguijonazo decisivo tan pronto como surgía la ocasión propicia.

Nada más iniciarse la segunda mitad Pereira volvió a rondar el gol. La líneas locales se adelantaban en cierta medida y empezaba a pensarse que era posible. Y lo fue porque a los nueve minutos un hábil y ajustado envío de Toni Moral fue recogido en carrera por Pereira. Derribado en el área, el árbitro indicó penalti y Zigic rompió la negativa racha verdiblanca. Esta vez no falló el Racing y el serbio se adelantó en el marcador en medio de la euforia de todo el estadio.

EL ARMA SECRETA
No se arrugó el Barça, sino todo lo contrario. Pep Guardiola sacó su arma nada secreta (Messi), el resto del cuadro azulgrana siguió tocando, apoyando, avanzando, exhibiendo calidad y dando pasos adelante, como si estuviera plenamente seguro de su victoria. Antes del primer tiro de Mesi al centro de la diana, Toni Moral se lesionó en una dura entrada de Alves dentro del área. La entrada de Sepsi modificó el esquema y buscó asegurar el triunfo. Pero allí estaba el argentino. Diez minutos después del gol de Zigic el internacional Xavi desvió con la cabeza un balón al travesaño y el rechace fue recogido por Messi para hacer el empate. Recostado sobre la banda diestra Messi tuvo paciencia y aprovechó, a diez minutos del final, la segunda ocasión para evidenciar, otra vez, su extraordinaria calidad.
No se arrugó el Barça, sino todo lo contrario. Pep Guardiola sacó su arma nada secreta (Messi), el resto del cuadro azulgrana siguió tocando, apoyando, avanzando, exhibiendo calidad y dando pasos adelante, como si estuviera plenamente seguro de su victoria. Antes del primer tiro de Mesi al centro de la diana, Toni Moral se lesionó en una dura entrada de Alves dentro del área. La entrada de Sepsi modificó el esquema y buscó asegurar el triunfo. Pero allí estaba el argentino. Diez minutos después del gol de Zigic el internacional Xavi desvió con la cabeza un balón al travesaño y el rechace fue recogido por Messi para hacer el empate. Recostado sobre la banda diestra Messi tuvo paciencia y aprovechó, a diez minutos del final, la segunda ocasión para evidenciar, otra vez, su extraordinaria calidad.
No se arrugó el Barça, sino todo lo contrario. Pep Guardiola sacó su arma nada secreta (Messi), el resto del cuadro azulgrana siguió tocando, apoyando, avanzando, exhibiendo calidad y dando pasos adelante, como si estuviera plenamente seguro de su victoria. Antes del primer tiro de Mesi al centro de la diana, Toni Moral se lesionó en una dura entrada de Alves dentro del área. La entrada de Sepsi modificó el esquema y buscó asegurar el triunfo. Pero allí estaba el argentino. Diez minutos después del gol de Zigic el internacional Xavi desvió con la cabeza un balón al travesaño y el rechace fue recogido por Messi para hacer el empate. Recostado sobre la banda diestra Messi tuvo paciencia y aprovechó, a diez minutos del final, la segunda ocasión para evidenciar, otra vez, su extraordinaria calidad.
No se arrugó el Barça, sino todo lo contrario. Pep Guardiola sacó su arma nada secreta (Messi), el resto del cuadro azulgrana siguió tocando, apoyando, avanzando, exhibiendo calidad y dando pasos adelante, como si estuviera plenamente seguro de su victoria. Antes del primer tiro de Mesi al centro de la diana, Toni Moral se lesionó en una dura entrada de Alves dentro del área. La entrada de Sepsi modificó el esquema y buscó asegurar el triunfo. Pero allí estaba el argentino. Diez minutos después del gol de Zigic el internacional Xavi desvió con la cabeza un balón al travesaño y el rechace fue recogido por Messi para hacer el empate. Recostado sobre la banda diestra Messi tuvo paciencia y aprovechó, a diez minutos del final, la segunda ocasión para evidenciar, otra vez, su extraordinaria calidad.
Así, con una derrota, desconocida en Liga por los lares racinguistas desde finales de septiembre, pero no merecida, injusta por el buen partido, cerró el Racing la segunda etapa del tramo, dicen, más comprometido del campeonato. No bastó que el Barça no pudiera hacer daño hasta después de una hora de buen quehacer cántabro. El balompié visitante de ida y vuelta, control, toque y calidad parecía no bastar para acabar con el entramado racinguista. Tuvo que ser, de nuevo, Messi, quien acabara con la ilusión que, basada en la realidad de la excelente actuación racinguista. Es de esos partidos en los que todos los aficionados locales se quedan con el convencimiento del buen encuentro de los suyos, el pero del resultado y las genialidades puntuales y definitivas de un as llamado Messi.

FICHA TÉCNICA
Racing: Toño, Valera, César Navas (Luccin m. 89), Oriol, Marcano, Lacen, Colsa, Munitis, Pereira (Tchité m. 67), Zigic y Toni Moral (Sepsi m. 60).
Racing: Toño, Valera, César Navas (Luccin m. 89), Oriol, Marcano, Lacen, Colsa, Munitis, Pereira (Tchité m. 67), Zigic y Toni Moral (Sepsi m. 60).
Barcelona: Valdés, Alves, Marquez, Piqué, Abidal, Yaya Touré, Xavi, Iniesta (Cáceres m. 89), Busquets (Messi m. 60), Henry y Eto’o (Gudjohnsen m. 85).
Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Munitis m. 22, Piqué m. 31, Zigic m. 31 y Alves m. 76. Expulsó a Márquez, en el 88 y a Piqué en el 92, ambos por segunda tarjeta amarilla.
Incidencias: Tarde gris y de llovizna. Lleno absoluto (segundo de la temporada) en Los Campos de Sport, agotadas todas las localidades a las 13:18 horas de la tarde de este domingo. Antes de iniciarse el encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del ex presidente de la Federación Española de Fútbol, Pablo Porta. El Racing botó un saque de esquina, por cuatro el Barcelona. Los azulgranas consiguieron su gol 5.000 en Primera División, merced al segundo acierto de Leo Messi. Terminaron con nueve por las expulsiones (doble tarjeta amarilla) de los dos centrales (Piqué y Marquez) en los últimos minutos. Toni Moral sufre un esguince y una contusión en el tobillo izquierdo.
Toño, Valera, César Navas (Luccin m. 89), Oriol, Marcano, Lacen, Colsa, Munitis, Pereira (Tchité m. 67), Zigic y Toni Moral (Sepsi m. 60).
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