Una victoria (3-1) son sabor a Primera
Dos goles de Tchité, de penalti, y Arana, recompensaron el esfuerzo racinguista
La victoria siempre es importante, pero hay momentos en los que resulta clave. Pues bien, sin duda alguna, el triunfo de hoy ante el Espanyol (3-1) es uno de ellos. Lo malo es que los racinguistas han tenido que pagar un elevado tributo, pues serán baja en Xerez Munitis (posible rotura de ligamento lateral interno en su rodilla izquierda), Lacen (pubalgia aguda) y Christian Fernández, sancionado (por acumulación de tarjetas).
La jornada no había comenzado nada bien para los intereses verdiblancos. LAs victorias de sus directos rivales, le obligaban a conseguir hoy el triunfo si no quería ver incrementados los nervios en la recta final del campeonato. Los jugadores lo sabían, y no fallaron. Ni siquiera el severo correctivo que recibieron con el 0-1 les hizo bajar los brazos. Hoy tocaba ganar. Era importante. Era vital. Y se consiguió. Por ellos, por la afición y en recuerdo de un gran maestro, como Juan Manuel Gozalo, del padre de nuestro jugador Nasief Morris y de un gran racinguista como José Luis Arruti, quienes tristemente nos dejaron esta semana. Para ellos nuestro recuerdo y el minuto de silencio guardado de forma escrupulosa y emotiva por la afición que se dio cita en Los Campos de Sport.
Por tanto, los números lo demuestran: la jornada ha sido redonda. La victoria racinguista le reporta una notable mejora, pues a seis jornadas del término del campeonato, los cántabros no solo mantienen la diferencia sobre los puestos de peligro, sino que han aumentado distancia en relación con otros dos perseguidores, el Real Zaragoza y el Málaga. Además, Miguel Ángel Portugal decía en la sala de prensa que "es importante que los goleadores marquen, porque les da confianza" y, en esta ocasión, Meme Tchité lo hizo y por partida doble. Tres tantos (el último fue de Arana) que rompen la trayectoria negativa que tenía el Racing en Los Campos de Sport e incrementan los malos datos del Espanyol fuera de casa.
En cuanto al partido, Portugal no puso tapujos y fue muy claro. Valoró el quehacer y la voluntad de los suyos, y explicó que los desajustes se producen por la presión del momento, por la influencia de los resultados registrados la víspera, la necesidad propia de sumar puntos y la ansiedad por ganar en su feudo. Todo ello te genera la imperiosa necesidad de llegar lo más rápido posible a la portería rival. Pero lo importante hoy era ganar y se ganó. Los racinguistas vencieron en un partido de 7 puntos (tres sumados, tres que no logró el rival y uno mal el que reporta el gol-average).
No resultó fácil
Bien es cierto que no resultó fácil, además, porque, en este juego del fútbol cuando hay tanto en liza los nervios se apoderan de más de uno, las piernas de agarrotan y las jugadas no salen como uno quiere. No fue sencillo ganar porque, de salida, el Espanyol demostró que no venía a Santander a pasearse. Dos ocasiones de Verdú e Iván Alonso, tras dudas locales, fueron otros tantos avisos. Era, tal vez, el toque a rebato que precisaban los verdiblancos para buscar algo más. Trataron de controlar la zona ancha, de buscar a Munitis como enganche entre media y delantera y de confiar en las alas (Toni Moral y Arana), así como buscar los aciertos de Tchité.
La primera parte fue desigual y de pocas ocasiones de gol. A los 23 minutos Colsa, molestado por un rival, aprovechó un rechace y su envío salió alto. Había alternancias y en esas, el Espanyol halló el acierto de un tanto a los 32 minutos. Un jarro de agua fría para todos, menos para el equipo que reaccionó, metiendo más empuje, con las líneas más adelantadas y dispuestos a dar la vuelta al marcador y brindar, por fin, un triunfo en casa.
Dos penaltis
Y así se cumplió. La igualada llegó con uno de los dos indiscutibles penaltis de la tarde. Internada de Tchité, tras pase de Munitis, y Memé cae derribado por su rival. Clarísimo. El propio delantero se encargó de coger el balón, con sangre fría, y de colarlo en la meta rival. Lo difícil se había logrado; ahora faltaba lo más complicado.
Si el primer periodo se zanjó con mucho trabajo y tesón, la segunda mitad iba a empezar con sorpresa. Casi no se había cumplido el primer minuto cuando Munitis pisaba área con decisión, salvaba un rival y Kameni le mandaba a la enfermería. Sí, porque tras las primeras exploraciones, Pedro puede padecer (mañana le someterán a las pruebas oportunas para determinar el verdadero alcance de la lesión) una rotura del ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. El del Barrio Pesquero salió en camilla en medio de la ovación de su público.
La acción fue tan decisiva que el Espanyol se quedó con diez, por expulsión del meta Kameni. Tchité repitió lanzamiento desde el punto de penalti y lo volvió a hacer con técnica y habilidad, batiendo, esta vez, al segundo portero españolista. Con este tanto, el Racing remontaba, el más difícil se había conseguido ¡y en el minuto 5!, y se ponía 2-1.
Tranquilidad
Con el marcador a favor, el equipo no quiso perder el botín. Por eso, vio como el Espanyol avanzaba posiciones, arriesgaba en busca de la igualada. Pero lo que iba a llegar era la sentencia. Como antesala, los racinguistas tuvieron varias ocasiones: un tiro colocado, junto a la escuadra derecha, de Colsa; un chut cruzado de Serrano a pase de Diop y otros lanzamientos más desde larga distancia. Por parte perica, a los 36 minutos Verdú lanzó con habilidad y el balón salió junto al palo.
Y después del sufrimiento, vino la alegría. Arana, a cesión de Diop, fabricaba el definitivo 3-1. La victoria se había conseguido. Estaba segura. Ya no se escapaba. La hinchada racinguista respiró tranquila, después de tanta tensión, y premió el tesón de los suyos. El precio a pagar fue alto, pero el equipo verdiblanco alcanzó lo que precisaba, la victoria, un triunfo que no permite relajarse a nadie (pues aún no hemos conseguido nada definitivo), pero sí que reporta tranquilidad y confianza de cara a los próximos encuentros, como el del domingo, ante el Xerez.
FICHA TÉCNICA
Racing : Coltorti, Pinillos, Oriol, Torrejón, Christian Fernández, Diop, Colsa, Arana, Munitis (Lacen 50), Tchité (Iván Bolado 79) y Toni Moral (Serrano 68).
RCD Espanyol: Kameni (Cristian Álvarez 50), J, Chica, Roncaglia, Miosés, D. García, Pareja, Forlin, Coro (Sahar 64), Luis García (Callejón 64), Iván Alonso y Verdú.
Árbitro: David Fernández Borbalán, Comité Andaluz. Expulsó a Kameni, por el derribo y penalti a Munitis en el minuto 47, así como amonestó a a Christian Álvarez, en el 94, lo que supone la quinta tarjeta amarilla y que no jugará en Jerez. También amonestó a Colsa, Pinillos, Roncaglia, D. García y Forlin.
Goles:
0-1 M. 32 Centro desde la izquierda de Roncaglia, Iván Alonso se anticipa a los defensas y a la media vuelta marca por alto.
1-1 M. 36 Pase de Munitis al interior del área a Tchité, quien es derribado por Roncaglia. El penalti fue ejecutado por Tchité, suave y a media altura a la izquierda de Kameni.
2-1 M. 50 Entrada en el área de Munitis, quien después de salvar a un rival es derribado por Kameni. Penalti y expulsión del meta españolista. El máximo castigo fue ejecutado por Tchité, con técnica, raso y a la izquierda de Cristian Álvarez.
3-1 M. 94 Contragolpe racinguista, culminado con pase de Diop a la derecha, Arana recogió en el borde del área y lanzó potente, raso y cruzado, marcando junto al palo.
Incidencias: Partido de Liga correspondiente a la jornada número 32 del campeonato de Liga. El estadio racinguista registró una entrada de 14.171 espectadores. Antes de comenzar el encuentro se guardó un minuto de silencio por Juan Manuel Gozalo y se tuvo un recuerdo para el padre de Nasief Morris y el abonado racinguista y empresario José Luis Arruti, fallecidos esta semana. El Racing ejecutó ocho saques de esquina por dos el Espanyol.
FOTOGRAFÍAS GENTILEZA DEL DIARIO AS